La tasa anual equivalente, conocida por sus iniciales como TAE, nos refleja el coste efectivo de una financiación, e incluye tanto el tipo de interés que nos cobra el banco como los gastos y comisiones aplicadas. Se diferencia del TIN (tipo de interés) en que éste último no tiene en cuenta los gastos y comisiones.
Es el valor más útil para comparar las ofertas de las distintas entidades y en el que debemos fijarnos antes de contratar.
Las entidades financieras, según establece el Banco de España desde el año 1.990, deben informar sobre cual es la TAE en la publicidad de sus productos, en los contratos que se formalicen, en las ofertas vinculantes y en los documentos de liquidación de las operaciones.
Un dato muy importante, es que diversas sentencias del Tribunal Supremo indican que el porcentaje que ha de tomarse en consideración para determinar si el interés es notablemente superior al normal del dinero no es el nominal (TIN), sino la tasa anual equivalente (TAE), y por tanto si se trata de un tipo de interés de usura el que nos están aplicando.
El Banco de España, a través del Portal del Cliente Bancario, ofrece un simulador para calcular la TAE de cualquier operación con la introducción del importe del préstamo, del tipo de interés nominal, del plazo de amortización, de las comisiones así como la prima del seguro de protección de pagos en el caso de que su contratación sea obligatoria.